Hasta Siempre Suegro...

Hoy Jueves se cumple una semana del fallecimiento de mi suegro, Luis Rolando de la Peña Castillo.

Don Rolando fué una persona extraordinaria. Sin ser una celebridad, ejerció su influencia sobre muchas personas y lo hizo de la mejor manera...con su honradez, su ejemplo, y su trabajo de muchos años en la comunidad de los Contadores Públicos y en la del Club de Leones de Cd. Obregón.

Don Rolando enfrentó su enfermedad y sus últimos días con entereza y dignidad. Y después de toda una vida de cuidar de su familia, tuvo la grandeza de darles la oportunidad de cuidarlo a él, aunque fuera por unos días.

Esto me recordó ciertas reflexiones que me había hecho hace tiempo. Como adultos autosuficientes, generalmente nos proponemos y nos empeñamos en no ser una molestia para nuestros hijos y nuestros cónyuges en la vejez. Sin embargo, si llevamos esto al extremo, robamos a nuestros seres queridos la oportunidad de mostrar su amor y su agradecimiento.

Es naturaleza humana ver patrones y tendencias donde no los hay. Aún así, no puedo dejar de pensar que hay una cierta simetría en nuestras relaciones con nuestra familia durante nuestra vida.

Primero, somos bebés, y nuestros padres nos cuidan.
Después, somos adultos jóvenes, y cuidamos a nuestros hijos bebés.
Luego, somos adultos mayores, y cuidamos a nuestros papás ancianos.
Finalmente, somos ancianos, y nuestros hijos nos cuidan.

Dos veces nos toca cuidar, y dos veces nos toca que nos cuiden. Bienaventurado quien tenga la felicidad de vivir estas cuatro experiencias; puede considerar que vivió una vida completa.

Descanse en paz Don Rolando.